Sin sacar cuentas, hace ya un tiempo que te llevo aquí dentro.
Aquí estás. Permaneces.
Hoy lo recordé, escuchando aquella canción que una vez salió de tus labios, como si el modo aleatorio del reproductor hubiera decidido transportarme al pasado. Y ahí estuve durante los escasos tres minutos y algo de lo que dura la melodía. Cuando volví, te busqué entre mis brazos, a mi lado...
Demás está decirlo. Continué lo que hacía. ¿Qué esperabas? Es fin de semana.
Sólo quería decirte que tengo mucho para ti, demasiado quizás.
Y, sinceramente, ya no sé donde guardarlo.
Y bueno, es que no se olvidan ni las personas ni las situaciones así sin más. Que quede en el corazón Wereja, que es impresionante el gran espacio que puede haber en él para tales asuntos ;)
ResponderEliminarVan apapachos :D
Gracias Gab por seguir visitando este empolvado blog. Besos!
ResponderEliminarAww. Que triste que te sobre tanto para dar :(
ResponderEliminarPero igual la vida sigue y el mundo no se acaba.
Saludos
No lo guardes!!!! Que mute en algo más...
ResponderEliminarDe regreso, gracias a tu comentario, que por acertado me sacudió de mi letargo agobiado de actividades nocivas.
Gracias de nuevo!!!!!!!
Saludo y beso
Que todo eso que está guardado mute en algo bello y maravilloso!!
ResponderEliminarUn abrazo, Wereja!!!
1600, Chule:
ResponderEliminarTanto me he (mal) acostumbrado a las redes sociales, que quisiera darle 'like' y 'fav' a sus comentarios.