Entre mujeres


Sólo una mujer comprende las razones de otra para guardar silencio. Sólo una mujer entendería porqué la otra calla y aguanta.

Sólo una mujer puede compartir con otra su pesar, para descubrir, lamentablemente, que no está sola.

Solamente una mujer puede secar las lágrimas de la otra y envolver en un abrazo el cuerpo cansado y adolorido por los golpes de la vida. Y en ese abrazo, darle la fuerza necesaria para seguir en pie.

Sólo una mujer entiende el sufrimiento de otra mujer.

Sobretodo cuando son madre e hija.