De los días recientes

A las ideas hay que agarrarlas por el cabello, pero casi siempre aparecen calvas. Por eso muchas se me pierden por andar distraída. Cuando llega una por lo regular la escribo o la grabo, pero bastan dos segundos de descuido para que el 90% desaparezca y me quede con dos palabras en desorden. Detesto cuando eso pasa, y sucede que me pasa, cuando me pasan muchas cosas.

Del último mini post a la fecha, ha seguido lo que a mí me parece una buena racha. No, no he ganado la lotería, tampoco descubrí la fuente de la eterna juventud ni gané un Pulitzer, mucho menos un Nobel. Sigo durmiéndome tarde -ya entendí que eso es casi genético-, pero he dormido bien, sin soñar con sangre, fantasmas o arañas; es más, ni siquiera recuerdo haber soñado. Y eso para mí es una buena racha.

El corazón está contento, la actividad social marcha bien, hay cierta paz en casa, se acortaron algunas distancias, el nuevo juguetito me tiene enganchada aunque no me deje adelgazar deudas; también las colaboraciones llegaron en buen momento, las andanzas me recordaron por qué me gusta mi profesión y el curso conforme avanza me tiene más emocionada, ya fantaseo con viajar al país de la pizza y la pasta. Y si me gano la lotería, te llevo conmigo. ¿O me gané la lotería porque te llevo conmigo?

En fin, que de todo quisiera hablar, o escribir. De la lectura de las noches y de los libros que tengo en la lista de espera; que estuve pensando en la creencia de las abuelas, sobre que después de mucha risa, viene el llanto. Algo así decía la mía. Pero de todas formas me he reído muchísimo en los últimos días.

Y entonces me voy llenando de historias que después no sé cómo soltar, las letras no concuerdan, las palabras no armonizan, las ideas huyen, la inspiración se esconde. Sin embargo, después de darle muchas vueltas, pensar, escribir, borrar y pensar otra vez, llega el momento cuando todo fluye, cuando una serie de elementos como una exquisita cena, deliciosa compañía, un paseo por la ciudad, buena plática y muchas carcajadas, se combinan y resultan un excelente digestivo mental.


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